Por qué Dios no me quiere...?

Sentimiento antigüo. Desde el profeta bíblico que yace entre la ceniza vestido de sayal, hasta las canciones mexicanas más lloronas ['Yo no sé qué será de mi vida, que de mí no se acuerda ni Dios...'] encontramos abierta la posibilidad tan magníficamente enunciada por Brad Pitt en su personaje de "El Club de la Pelea": 'Tienes qué aceptar la posibilidad de que quizá Dios no te quiere'.

Ayer, en casa de uno de mis hermanos, viendo al azar, en una memorable sesión se zapping, un fragmento del programa 'Laura en América' me tocó ver un programa que se fué al garete precisamente por su presencia y su arrastre televisivo.

Resumiendo: alguien se accidenta. Este alguien tiene 24 años, es padre de familia, con esposa y un par de hijos, y sólo su hermana mayor por pariente cercano, que le recibe en casa para la convalecencia. La hermana mayor desespera por la falta de dinero, a solas y escondidas, forza a la esposa de su hermano a salir a embaucar hombres, drogándolos para quitarles el dinero. En un arranque de furia le dice que, de ser necesario, se prostituya, para conseguir dinero para comprar la medicina del esposo. Después sale a cuento que esta presión por parte de la hermana mayor sobre la esposa del hermano menor, es precisamente por las agresiones de su pareja, que siente que está cargando con el peso de la manutención de la familia completa, entiéndase: esposa, hermano de la esposa con su mujer, y dos hijos. Otra cámara escondida y vemos a este mismo señor, exigiéndole a la esposa del hermano de su esposa que se acueste con él.

En fin, el pobre hombre, tema central de ese fragmento de programa, se pregunta con lágrimas en los ojos, 'Por qué Dios no me quiere?'

No sé hasta qué punto esta señora, Laura, da seguimiento y solución a los casos presentados. El hecho que me asombra es que, aparentemente, este fue uno de los casos auténticos que se coló entre los que son mera faramalla, maroma y teatro. La hermana mayor termina pidiéndole perdón a su hermano, y a la esposa de su hermano, una vez visto qué clase de tipo resultó ser su pareja sentimental.

No nos extrañemos, el abandono por parte del Padre, real, ficticio, sentido, adivinado, se repite incluso en la cruz. El 'Eli Eli...' es una expresión netamente humana, que ha sido esgrimida también por los panegiristas en pro de la divinidad de Cristo, para demostrar también su humanidad íntegra.

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