Eine Kritik: Helène Grimaud - Credo

Sat Nov 5, 2005 10:33 am

Hará poco menos de una semana que escuché por primera vez este
álbum, del que solamente conocía la Fantasia sobre un ostinato de
Corigliano.

La escucha del álbum completo me ha dejado un magnífico sabor de
boca, amén de que encontrado otras peculiaridades que hacen de este
álbum algo digno de tenerse en cuenta.

Si bien, el álbum pareciera tener, a primera vista, un proyecto por
demás peligroso [Corigliano - Beethoven - Pärt - Bach], la audición
del mismo resulta gratificante por razones muy simples:

La Fantasía sobre un Ostinato, de Corigliano, es una interpretación
muy libre del tema del segundo movimiento de la séptima sinfonía de
Beethoven. En el disco este primer track se escucha casi
inmediatamente seguido de la Sonata 'La Tempestad', interpretada por
Grimaud con sencillez, no obstante del dominio de la técnica que se
entreasoma en los pasajes más difíciles.

Después de 'La Tempestad', Grimaud, manteniendo la tensión del
disco, se enfoca en la interpretación de la Fantasía Coral del mismo
Beethoven, a cuyo movimiento inicial -en el cd aparece divida en 2
tracks-, imprime un sello que puede distinguirse clara y exactamente
en las obras que abren el disco, y dan a la interpretación un aire
de homogeneidad asombrosa.

Terminando la Fantasía Coral, cede el turno a Pärt, de quien
el 'Credo' es una de las piezas más potentes y enérgicas del disco,
con la peculiaridad de que dicho 'Credo' juega, de principio a fin,
con los temas y armonías del preludio que abre 'El clave bien
temperado', aquel mítico preludio en C mayor.

Pärt, con su manejo asombroso de las armonías medioevales, otorga a
los coros un peso que equilibra perfectamente la sonoridad y los
matices de la Fantasía Coral de Beethoven, aunque cede por momentos
a las armonías más actuales que entrecruzan ritmos, tonalidades y
tesituras con resultados asombrosos -efectivamente, nos da la
impresión de asistir, gráficamente, a lo que será en el texto
litúrgico el verso 'Ha de venir a juzgar a vivos y muertos...'

Pärt termina su Credo con un acorde prolongado, y acto seguido,
Grimaud, también con un track que se presume en el disco como
un 'bonus' -no es tal, no nos engañemos-, concluye su interpretación
con un Bach demasiado moderno, a mi ver, pero con la característica
predominante: sencillez y respeto ante todo, por las obras y los
compositores mismos.

Si bien encontramos pequeños detalles que nos hacen esperar un
crecimiento aún mayor por parte de la intérprete, dichos detalles se
conjugan para darnos una idea de conjunto sobre lo que el disco
ofrece, citando y parafraseando a los críticos 'Este disco es una
profesión de fe de sus ideas sobre la música'.

Asistimos, eso sí, a un disco lleno de 'humildad', por decirlo de
alguna manera, incluso los ritmos y matices de Corigliano -difíciles
en su sencillez endemoniada- parecen fluir sin problemas a lo largo
de la interpretación, como leitmotivs que permean sobre toda la
obra, y los demás tracks.

El solo hecho de haber hecho coincidir autores hasta cierto punto
dispares, con la única tónica de una música que busca la
trascendencia, es ya un milagro, ni qué decir de la lectura que me
resulta muy afortunada, de todas y cada una de las obras incluidas
en el disco.

Salud.

Mr. Greg

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