Una nota para Aïeux

...Lo de los baños de sangre es casi literal:

"Mientras los blemmyer se apoderan una vez más del alto Egipto, se proclama Augusto, en Alejandría, un personaje por lo demás desconocido, L. Elpidio Aquileo (286). [69] Sólo después de diez años (296) estuvo Diocleciano en situación de intervenir. Desde Palestina marchó a Egipto, acompañado [70] de Constantino, por entonces de veintidós años y con una figura mayestática que eclipsaba la del emperador a los ojos de los hombres. Una vez más un largo asedio, de ocho meses, de Alejandría, con la destrucción del acueducto y, luego de muerto Aquileo, un nuevo castigo ejemplar. Se entrega la capital al saqueo del ejército, probablemente muy enfurecido, se destierra a los partidarios del usurpador y se cuelga a toda una serie de personas. Al montar Diocleciano a caballo, dice la leyenda, mandó matar hasta que la sangre llegara a las ancas; pero no lejos de la puerta resbaló el animal sobre los cadáveres y sangró de las rodillas, con lo que se dió la orden de parar la matanza. [71] Un caballo de bronce recordaba durante mucho tiempo el lugar."

69 Probablemente un egipcio; su nombre recuerda al tristemente célebre ministro de los últimos Ptolomeos, al patriarca de Alejandría, elegido en 311, y otros del mismo nombre.
70 Según los títulos del edicto de Galerio (en Euseb., H. E. VII, 17) parece que también éste se hallaba presente.
71 Malalas, I, XII, ed. Bonn, pag. 309.

Burckhardt, "Campaña egipcia de Diocleciano", en 'Del paganismo al cristianismo', pp. 126-127.

Comentarios