Paganismo

El paganismo termina en éste filósofo [Séneca] , pero termina por una causa que no era capaz de dar principio ni vida a una religión positiva. Sólo quienes juzgan a través de vagas fórmulas de religiosidad y humanismo pueden aventurar que Séneca está rozando con el cristianismo. Entre la doctrina del romano y la religión de San Pablo media un abismo infranqueable. En Séneca el hombre se redime a sí mismo por obra de la razón; en San Pablo se deja redimir por Dios con abandono en la fé. En el cristianismo es Dios el Salvador de los hombres; en la doctrina del cordobés es el hombre el salvador de sí mismo. Séneca cree en la virtud humana, en ésas virtudes que para San Pablo están todas en quiebra.

Séneca, 'Tratados filosóficos y cartas', Estudio preliminar de Fco. Montes de Oca, p. X. 1989.