Nihil novum...?

Los partidos viejos que se refieren al derecho hereditario por la gracia de Dios, creen que habiendo nacido las revoluciones del derecho de insurrección, tienen también el derecho de rebelión; este es un error, porque siendo la revolución precisamente lo contrario de insurrección, cuando las revoluciones son verdaderamente tales, el insurgente no es el pueblo; es el que se opone a su voluntad. Siendo toda revolución verdadera el cumplimiento de una función normal, contiene en sí su legitimidad, legitimidad que algunas veces deshonran los falsos revolucionarios, pero que persiste, aún deshonrada; que sobrevive, aun ensangrentada. Las revoluciones salen, no de un accidente, sino de la necesidad; una revolución es la vuelta de lo ficticio a lo real: existe porque debe existir.

Víctor Hugo, 'Los miserables', Parte Cuarta, "EL IDILIO DE LA CALLE PLUMET Y LA EPOPEYA DE LA CALLE SAN DIONISIO", Libro Primero ''Algunas páginas de historia'', IV. Grietas en los cimientos. Ed. Porrúa, Sepan cuántos... p. 531

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