Mediocridad en la cantina

No es el mejor álbum de la Downs... resulta apabullantemente mediocre.

Las canciones, seleccionadas con una finalidad de marketing descarado, son total y absolutamente prescindibles.

La manera de cantar oscila entre una parodia o imitación de Paquita la del Barrio, Eugenia León, y Astrid Haddad, sin llegarle a ninguna, claro está. Mezcla un par de narcocorridos con canciones eminentemente populares, de esas que no faltan en ninguna buena borrachera, mas cuando intenta remontar, le salen al paso unos acompañamientos atroces, copiados literalmente de 'La Ingrata' de Café Tacuba. El intento de hacer remixes y hacer algún tipo de música 'ambient' en el trayecto fracasa estrepitosamente, y aunque la grabación cuenta con sonidos 'tomados al vivo' de algún antro oscuro, resulta escalofriantemente gris ese despliegue de tecnología vacía.

Vaya, en una palabra: no me gustó. Y nó lo recomiendo.

Si aún así lo quieren escuchar, allá ustedes.

Greg.

P. S.: La mentada cumbia del mole me resulta algo intolerable. Más aún que la música, la letra me parece una completa barrabasada... Pinches gringos... esa es la imagen que se quedan de nosotros. LAMENTABLE.

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