Teología sin nombre

Cuando leí por primera vez este título, en el blog de la Monjaguerrillera, que ha regresado a su antigua dirección en blogspot, pequeñas alarmas sonaron en mi ya de por sí echado a perder cerebro.

No porque chocaran contra algún concepto de lo que pudiera haber entendido como 'teología', sino por el delimitativo: 'sin nombre'.

Admiro a la Monjaguerrillera y a quienes se han lanzado en ese brinco al vacío: no podría seguirles el paso aunque así quisiera. Nos vamos moldeando con lo que leemos, y he leído muchísimo y de todo, basura y perlas revueltas en una lavadora creo que darían una idea más o menos exacta de mi forma de pensar, de la forma que en mí ha adquirido esa 'cultura' tan cuestionada por Aldán.

Una teología sin nombre comienza excluyendo a theós, y culmina excluyendo al logós. En esto está el salto tremendo de quienes formaron esa alianza. En este punto exacto no sé qué comparto y en qué disiento. Leo con delectación los post de esa gran desconocida conocida, y me entretengo y también alegro, por ejemplo, del reconocimiento 'blog que nos hace pensar' que recientemente alguien le brindó.

Vaya por este medio un saludo y también la expresión de mi admiración y respeto a ese grupo.

No sé hasta dónde llegará el navío en el que se han embarcado, ojalá llegue a buen puerto. Y puedan completar algún día la búsqueda que les tiene absortos.

Salud.

Greg.

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