Aforismata

Don Salomón nos invitó a almorzar a Saúl y a mí al Raimondi, en el centro de Lima, para festejar el acontecimiento. Pero él no probó bocado, acaso por no transgredir involuntariamente el dietario judío. Una de las bromas de Saúl cuando pedía chicharrones o mariscos era: «Y, además, eso de estar cometiendo un pecado al tragármelos, les da un gustito muy especial, compadre, que tú nunca sabrás lo que es. »

Mario Vargas Llosa, "El Hablador".

Comentarios