Títulos

No me pregunten el nombre, pero Simitrio apuntó en una entrada los comentarios de un escritor respecto a obra, juzgada por Vargas LLosa y premiada por él -así como también por otros escritores, miembros del mismo jurado-.

De haber estado en ese jurado, hubiera premiado la obra nomás por el título:

'Mira si te querré'.

Es más: sería posible y deseable imprimir el título y añadirle un cuerpo de hojas en blanco y mandarlo empastar. Con el título me basta y sobra.

He encontrado también otros títulos, al par de enigmáticos y deliciosos:

'Son dos las caras del sueño'. [O 'Son dos las puertas del sueño?' me parece que era el primero, una novela de la que sólo leí las dos primeras páginas, en una librería local. Cuando quise [pude] comprarla ya alguien se la había llevado.]

También hay música, discos, que merecen un lugar especial por su título:

'Principio y final de una verde mañana', de Milanés, por ejemplo.

Y curiosamente, un grupo español tiene entre sus discos dos de los títulos que me han hecho estremecer, regodearme y ser feliz:

El último de la fila.

'Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana', fue grabado en 1985.

'Astronomía razonable' 1993. Este último, un álbum exquisito y extremadamente fino, exigente hasta el límite, requiere un audición 'dedicada'.

Títulos.

Y vienen a cuento porque -lo he comentado con Simitrio- una manía [?], costumbre [?], facultad [?], razón [?] frecuente de lo que escribo suele comenzar como un título. Ese título encierra una idea fija, o nace de una idea fija, y de allí se desprende, desparramándose, el texto completo.

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