A Simitrio Quezada, mi hermano

Sermo amicorum infelicitate fugat

Ires y venires, estares y marchares. Cuántas veces las trompadas han sido tan buenas que nos han dejado el hocico a punto de reventar. Y aún seguimos trompeándonos, contra la vida, contra nuestras esposas, contra la literatura.

Y a veces, aunque poco, también la tomamos tan en serio que nos trepamos al ring con la intención de probar nuestra fuerza, y ver hasta dónde llegarán los puñetazos, cada vez más certeros, dándonos de trompadas uno contra otro.

Cuando publiqué la entrada sobre los títulos supe que responderías, hermano. Porque esa cuestión ya nos hizo 'hacernos de palabras' allá por el 2003 -creo- y entonces como ahora tu respuesta fue la misma... y al parecer mi planteamiento tampoco ha cambiado gran cosa.

Como sea, gracias por seguir peleando y luchando, a favor y/o a contracorriente.

...y hoy que sé cómo andas y cómo andarás hasta el próximo sábado, está por demás escribir algo que no hayamos escrito ya.

A modo de exorcismo, va el siguiente video:


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