Nueve uno uno

Quod scripsi, scripsi!

Igual que Jesús Olague, tenía la firme intención de no escribir nada sobre esa 'fecha nefasta' para los gringos, amantes de que en sus chafísimas películas de acción les tumben la estuata de la libertá y cuando pasa algo de a devis ni aguantan nada.

Pero me hizo quebrantar mi a fin de cuentas no tan firme intención el siguiente diálgo, escuchado el día de hoy, entre dos profesores de psicología de la escuela donde trabajo:

-Y por qué traes esa cara tan larga, maestro?

-Porque me duele aún lo del once de septiembre...

-Tenías familiares en las torres o qué?

-Cuáles familiares! Si en lugar de que los güercos estén celebrando no sé qué el día de hoy deberían estar tristes! Hoy es doce de septiembre y no se celebra nada, todavía ni es trece para celebrar a los de Chapultepec, y falta mucho para el grito!

-Entonces?

-Pues [esbozando una sonrisa sarcástica] deberíamos estar con la bandera a media asta porque casi todos los que su murieron en las torres eran mexicanos... los jefes aún no entraban a trabajar cuando se cayeron las torres...

El comentario me pareció muy bueno: México, en lugar de andar celebrando a falsos héroes con música de cumbia y reggetón debió haber guardado luto NACIONAL ayer por las torrecitas tan malhechas que se les cayeron encima a los gringos [apachurrando de paso a los mexicanitous].

Apuntaré un par de cosas más: el pendejismo de los que idearon el Nueve Uno Uno.

Primero: no haber dirigido un avioncito contra la horrible estuata de la libertá.

Segundo: no haberse esperado un poco -pendejos impacientes- para que las torrecitas estuvieran rellenas 'de jefes' y nó con puro mexicanito indocumentado que andaba limpiando retretes y oficinas.

Pero este mundo nó es justo -y mientras los Yunaited no se colapsen, menos aún-.

Ni qué hacerle.