El derecho de los muertos a descansar en paz

Quod scripsi, scripsi!

No sé si a esta hora ya lo habrán pasado en Primero noticias, con el niñote ignorante que se apellida 'Loharédemole'.

El asunto es que hoy por la mañana LA NOTICIA es que de la caja negra del avión desplomado se recuperaron los últimos 10 segundos de grabación con tremendo griterío horrorizado de tripulantes y tripulación -todo indica que los pilotos se hicieron papilla también, asi que aquello del brinco en paracaídas quedó en mera leyenda urbana... o quién sabe-.

La versión oficial que han 'avalado' reporteros, investigadores, pilotos, peritos, expertos y demás es que sí, efectivamente se trató de un lamentable accidente, nomás porque a alguien en la torre de control se le pasó verificar que apenitas adelante del avioncito iba un maldito avionzote que causaría turbulencia. Pero comprendamos: a lo mejor el operador estaba doblando turno y se cansó y por eso no pudo advertir el 30 % de menos en la distancia de rigor entre nave y nave -30 por ciento? Ah chingao! pos si casi es la mitad, qué no?- y por culpa de la torre se dieron en la torre los que iban en aquel avión aquel día.

Si realmente todos quieren tratar el asunto como un mero accidente, en consecuencia dicha grabación debería ser INMEDIATAMENTE destruída. Aquí en Messiquítou -sí, con el presidente gringo negro me siento menos mexicano y más gringo que nunca, ya que parece que tenemos por lo menos el tonito de piel igual- la psicología nos dice que después de 500 años de dominio extranjero la paranoia es un modo de vida normal, y seguiremos dándole vueltas y vueltas al asunto in saecula saeculorum.

De tratarse efectivamente de un mero accidente, con todo su derecho los deudos de los finados podrían y deberían ejercer el derecho a la privacidad, no autorizando la divulgación de la grabación por los medios. Pero el morbo es factor integrante de la psicología mexicana, así que ya estamos todos queriendo oír el montón de gritos tipo 'Turbulence' pero versión 'Región 4'.

De otra forma, y en cuanto se de a conocer la cinta, hay que tener en cuenta varios factores: una vez liberado el contenido del archivo de audio no va a faltar quién encuentre elementos para confirmar lo que todo mundo sospecha -y sabemos-: que eso fué todo menos un accidente. Ya lo dijeron hasta los asesores gringos: qué raro que en un mismo avión hayan ido trepados tantos 'personajes' relevantes en la vida política de Messiquítou.

Sí, qué raro.

Pero es una lástima, porque a todo se acostumbra uno: ya nos acostumbramos a los crímenes políticos y económicos sin resolver [Quién mató a Pedro Infante, a Cluthier, a Colosio, a Paco Stanley, y a los probes del avioncito destripado?] y lo más raro sería que un mexicano que se precie de serlo -perdón! quise decir MESSICANITOU!- no tenga ese morbo que le permite disfrutar de los gritos aterrorizados más descarnados, para terminar diciendo ¡pobrecitos! Snifff... ¡POBRECITOS!

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