José Elizalde Flores. In memoriam.

José Elizalde Flores.

In Memoriam. [14 agosto 1919 - 11 diciembre 1988].


Nacido en Nochistlán, Zacatecas, vivió gran parte de su juventud en Apozol, Zacatecas. Se casó en su primer matrimonio con Manuela Juárez, con quien tuvo un hijo: José de Jesús Elizalde Juárez. 
Separándose de su primer esposa pasó a Jalpa, Zacatecas, en donde conoció a Micaela Hernández Elías, su segunda esposa, con quien tendría una hija: María Guadalupe Elizalde Hernández, el 15 de diciembre de 1952.
Los primeros años de su vida en Jalpa, Zacatecas, los pasó como carpintero, se le identificaba fácilmente por ser uno de los pocos en la región que hacían 'cajones de muerto'.
En los años siguientes al nacimiento de María Guadalupe, comenzó a involucrarse en los mítines regionales donde se reunían los afiliados al Partido Acción Nacional. No es posible identificar exactamente con quién o quiénes tenía trato directo, aunque viajó constantemente a varios emplazamientos de la región, promoviendo la afiliación y participando como miembro activo.
De su primera juventud se sabe poco: con trece o catorce años se vió arrastrado por 'la Guerra Cristera', recibiendo un par de tiros cuyas cicatrices me mostró alguna vez. Después y por alguna razón que desconocemos, viajó por varios estados del país, trabajando como barrenador en la construcción de presas. Mencionaba frecuentemente una presa específica en Sinaloa, aunque su nombre ya no nos es posible rescatarlo.
Es probable que en esa juventud aprendiera el oficio de carpintero. Regresó a Nochistlán, de donde salió por algún disgusto o agravio familiar. No hablaba de los parientes que aún tenía en ese lugar, y se incomunicó completamente de ellos.
Haciendo el esfuerzo de buscar y encontrar mejores horizontes tanto para él y su esposa como para su pequeña hija, hizo el intento de cambiar su residencia a Aguascalientes o Guadalajara, seguro que allí podría salir adelante. Entonces se topó con la decisión inquebrantable de Micaela, quien no quiso mudar su residencia, pensamos que debido a un viaje largo que hiciera en su respectiva juventud a la Ciudad de México, en 1938 y que durara 11 meses dejándola con un mal sabor de boca.
Quedando irremediablemente varado en Jalpa, comenzó a trabajar como carpintero-ebanista, dándose a la fabricación de diferentes baúles, puertas, sillas, repisas, y letreros en madera.
Por este tiempo [finales de la década del 50] comenzó a viajar menos en plan proselitista del P. A. N. aunque en uno de los viajes que hiciera se encontró con la que sería su segunda afición y ocupación: la elaboración de perfumes y el estudio del esoterismo.
Al comenzar la década del 60 su fama como 'Maestro' comenzó a crecer en la región de Jalpa, y llegó a instalar un consultorio a cuya entrada mostraba un letrero que él mismo talló con sus manos, y donde ofrecía los servicios de curación física y espiritual, y la localización telepática de personas perdidas o ausentes.
Sobre esto se sabe poco, el asunto es que sus seguidores le reconocían como verdadero Maestro, y consta que logró localizar a una cantidad considerable de personas perdidas, mucho tiempo se comentó en casa la facultad que tenía de sanar rápidamente algunos trastornos físicos como tullimientos, parálisis parciales, desmayos frecuentes.
La situación económica marchaba bien, y aunque no existió la abundancia y el despilfarro, no faltó pan para comer en la casa. Llevó una vida digna al lado de su esposa y su hija, aunque siempre con el resabio de amargura que le dejara el no poder buscar 'algo más' en otro lugar. Por estas fechas -finales del 60- comenzó a agravarse el alcoholismo que trajera arrastrando desde aquel entonces, aunque no descuidó su oficio de carpintero, mientras atendía previa cita a quienes solicitaban su ayuda esotérica.
La situación económica de la familia y el acrecentado problema de alcoholismo llevaron a la familia a pasar serios apuros. A principios de la década del 70 comenzó a vender su herramienta, y terminaría cerrando definitivamente lo que fuera su taller de carpintería. A partir de entonces se dedicó a realizar trabajos de tipo esotérico, solventando con esto la manutención de la familia, y cuando las cosas empeoraban vendiendo nueces, cacahuates, o empleándose como arador en lotes donde cosechaba maíz y frijol.
Le tocó en suerte ver nacer a 4 nietos: Juan Francisco, Luis Arturo, Carlos Octavio, María de Fátima, todos ellos nacidos de su hija María Guadalupe quien se casó a mediados de los 70 con Juan Francisco Arriaga Ibarra.
A principios de los 80 sufrió una caída que le dejó una fractura en el brazo izquierdo de la que no pudo sanar. Para entonces su problema de alcoholismo era grave, aunque todavía conoció periodos prolongados de lucidez, y salía todavía a vender nueces que él mismo iba a comprar y seleccionar de los grandes nogalares en Tabasco, Zacatecas.
Con la finalidad de tener una entrada fija para contribuir al sustento de la casa, se empleó como barrendero de varios negocios del centro de Jalpa, Zacatecas, empleo que le exigía levantarse a las 4 de la mañana y del que se desocupaba siempre entre las ocho y nueve de la mañana.
Fue a mediados de la década del 80 que decide vivir con Micaela Hernández en una casa aparte, donde recibía aún a sus últimos clientes quienes llegaban preguntando por el Maestro, y de quienes recibía frecuentemente para entonces pagos en especie: maíz, frijo, gallinas.
En 1988 tuvo las primeras crisis de salud, debidas a su alcoholismo. Después de junio del mismo año frecuentemente era incapaz de levantarse de la cama, aunque todavía cumplía con su trabajo de barrendero para regresar a casa a etiquetar perfumes.
En noviembre tuvo un par de crisis que requirieron asistencia médica continua, la última crisis comenzó en la primer semana de diciembre. Postrado en cama y sin fuerza apenas para comer, contó con los cuidados de su esposa e hija. En esos últimos instantes que gozan los enfermos terminales de fuerza y vigor que les permite pone al día sus pendientes, el día nueve de diciembre dejó el lecho, se vistió sus mejores galas, y se dirigó al templo del Sagrado Corazón de Jesús a rezar un rosario y escuchar misa, confesándose con el entonces vicario Florentino Covarrubias.
Cayó nuevamente en cama, de la que no pudo levantarse ya el diez de diciembre, falleciendo el once de diciembre a las doce del mediodía.
Fue sepultado el 12 de diciembre a las 4 de la tarde, en el Panteón de Jalpa, Zacatecas.

Comentarios