1 de febrero no se olvida

Quod scripsi, scripsi!

Oficialmente, el primero de febrero del año en curso nuestra hija, Yaretzi, ha dejado de ser una bebé para convertirse en una niña pequeña.

Comenzó entre el sábado a la media noche y el domingo por la madrugada: una fibre que sólo hasta ese mismo domingo por la tarde supimos se debe a otro proceso de dentición que tiene sufriendo aún a nuestra hija -y a nosotros junto con ella-.

El pediatra nos preguntó qué le dábamos, Tempra fue la respuesta, y a continuación indagó la dosis. 2 goteros fue la respuesta y él a su vez nos dijo que esa era el problema de que la fiebre le hubiera prendido de la forma que lo hizo: Yaretzi ya no encaja en la categoría de tratamientos pediátricos, sino ahora pasa a maternales. O algo así.

El asunto es ese: oficialmente, la beba deja de ser la beba y pasa a ser la niña pequeña, consentida, caprichuda y absolutamente segura de lo que quiere, que nos tiene vueltos locos a su madre, a mis suegros, y a mí.

Ni quién pensara que esto pasa tan rápido, y que ese 'nombramiento oficial' le fuese otorgado el 1ro. de febrero, un día antes de que ella cumpliera un año ocho meses.

Cuántos sufrimientos y cuántos gozos.

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