Soy un malagradecido

Quod scripsi, scripsi!

La semana pasada medio intentaba limpiar el no sé si escritorio, mueble, porta-pc o como se llame, donde tengo trepados los 2 monitores y los 6 gabinetes de pc en la casa, de los cuales sólo 2 funcionan al 100% y sólo uno tengo prendido noche y día, sin decanso.

Vi un disco que no tenía ni 'pe' ni 'pa' pintado en la carátula, así que lo metí al reproductor de discos de la computadora.

Saltó una imagen que me dejó congelado: 'Santo pecado: el tour'.

EN LA MADRE!

Casi me infarto, nomás que mis reflejos fueron rápidos: presioné el botoncito de eject -eyectar, qué padre se oye en español, y qué sucio- y brincó el mentado disquito. Busqué en las neuronas que no tengo tan jodidas en el cerebro el registro exacto de ese disco, y supe que fue un regalo que me hiciera un maestro sería hace como 3 o 4 meses, como agradecimiento por el montonal de discos y películas que le grabé en la compu de la chamba.

'Le va a gustar, sé que usted aprecia esa música'.

Nunca lo puse, no porque no quisiera, sino porque apenas tengo tiempo de hacer otra cosa que hacer lo que hago. Y eso me pasa por desidioso. Eso sí: ya le puse en la carátula al disquito de qué y quién es, no pienso volver a cometer el error de tocarlo en mi pc.

Me pregunto qué concepto tendrán de mí quienes me rodean, para que anden regalándome discos del detestable Arjona, de quien sólo rescato 2 canciones: 'El problema' y 'Mujeres'. Todo lo demás es absolutamente prescindible.

Sí, soy muy malagradecido.

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