Dogmas de fe

La cita de lo sucedido al P. Guettée no es gratuita. Amigo de Migne, el gran editor y bibliógrafo, alguna vez confesó que sólo por razones prácticas Migne no abrazó la ortodoxia: fue por ver terminada su obra magna, a saber, la publicación de ambas patrologías, la Griega y la Latina.



La Patrologie latine comprend 217 volumes (représentant 297 567 pages et 2 614 auteurs), plus quatre volumes de Tables. La Patrologie grecque comprend 162 volumes (235 724 pages en tout).
Un travail énorme effectué au XIXe siècle par un prêtre catholique. Catholique ? peut-être pas si catholique que ça, car à en croire son ami le Père Vladimir Guettée — abbé catholique devenu orthodoxe —, si l'abbé Migne hésitait à devenir lui-même orthodoxe c'était uniquement afin de pouvoir terminer son travail monumental sur la Patrologie (le passage à l'orthodoxie du p. Guettée fut suivi de persécutions qui paraissent aujourd'hui invraisemblables).
En consultant le tome 40 de la Patrologie grecque que nous possédons au monastère, un seul regret à formuler : que ces deux Patrologies n'aient pas été traduites parallèlement en français.




La Patrología latina comprende 217 volúmenes (que representan 297,567 páginas y 2614 autores), mas cuatro volúmenes de Índices. La Patrología griega comprende 162 volúmenes (235,724 páginas en total).

Un trabajo enorme efectuado en el siglo XIX por un sacerdote católico. Católico? Quizá no tan católico, ya que según creía su amigo el Padre Vladimir Guettée -abad católico vuelto a la ortodoxia-, si el abad Migne tardó tanto en volverse él mismo ortodoxo fue únicamente con la finalidad de poder terminar su trabajo monumental sobre la Patrología (el paso a la ortodoxia del P. Guettée fué seguido de persecusiones que hoy día parecerían casi imposibles).

Consultando el tomo 40 de la Patrología griega que poseemos en el monasterio, sólo hay una queja que puede formularse: que estas dos Patrologías no hayan sido traducidas paralelamente al francés.



Existe la posibilidad que el estudio de la historia de la Iglesia Católica y sus dogmas lleven a quienes se enzarzan en dicho estudio a abrazar un estadio distinto de fé, espiritualidad y proyecto de vida que pudiera incluso chocar frontalmente contra quien fuera en un primer estadio, la causa y razón de tales estudios. Si hay quienes han sentido la tentación y no han dado el paso final para abandonar la Iglesia Católica no es porque no hayan habido otras 'alternativas', sino porque la Iglesia Católica ha echado mano como tal de un elemento que poco tiene que ver con la razón, el raciocinio y la reflexión lógica: la existencia de la duda y la justificación de los cuestionamientos como los caminos más seguros para acrisolar la fé y la vocación.



Se entiende por tanto que todos los fieles que abandonan las filas católicas sean a fin de cuentas fieles que ya se tenía de antemano como soldados rasos que abjurarían de su fe: son las bajas necesarias en toda batalla, y de entre ese grupo numeroso han de brotar quienes con una fe fortalecida siguen participando y avanzando en el camino del florecimiento personal en cuanto a virtudes, vocación y trabajo se refiere.



Esa duda, esa crítica matemática y puntual por tanto también ha de pasarse al lado de la dogmática y destruir uno a uno los fundamentos de la tradición e historia católica para partir desde los orígenes -la vida, muerte y resurrección del Cristo- sustentando y avalando todo lo que se encuentra en los libros aprobados por el colegio eclesiástico. El círculo vicioso es evidente y doloroso, ya que se tolera el sobrevolar nuevos terrenos -y algunas veces peligrosos terrenos- sólo con la condición de que se aterrice de nueva cuenta en los campos en donde inició dicho vuelo, y entonces cargando a cuestas con la seguridad de que

pocos lugares más adecuados para 'permanecer' o estar,
que esas pistas de despegue y aterrizaje que sólo funcionan como elemento añadidos en una trama cuyo desenlace se conoce de antemano. [...]



Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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