Un comentario muy atinado

Uno de los temas que ocuparon los titulares de los principales periódicos y medios televisivos fue el hecho, igualmente grave, de los niveles de consumo de productos mal llamados apócrifos, abiertamente piratas, y que según estimación de los especialistas, supera en ingresos incluso al narcotráfico. Entre los sesudos análisis se señaló que el grupo poblacional que más consume esta clase de productos (especialmente DVDs y CDs piratas) es el de menos ingresos, lo cual no es ninguna novedad. En esta misma semana el gobierno federal organizó una reunión para hablar de la pobreza ante los más ricos hombres y mujeres del país, y allí se reveló (lo cual tampoco es una novedad) que millones de mexicanos, que podrían ir de 30 a 40 millones, sobreviven con un salario promedio de un dólar y medio al día, es decir con menos de 20 pesos diarios (un euro diario). La gravedad del asunto es que estamos hablando de casi un 40 por ciento de la población mexicana en edad productiva, hundida en un pozo sin fondo, producto de las políticas estatales y de las mezquinas decisiones empresariales. Cuando se habla de la pobreza, nadie parece pensar ¿cómo es que tantos mexicanos llegaron a ese agujero negro que se alimenta de la economía informal, que es la que evita que esa gente entre en la más absoluta de las desesperaciones? Pero más grave aún, es el hecho de que la solución, que sería darles trabajo digno a través de un salario adecuado, es inviable, pues los empresarios son más sensibles que una virgen cuando de elevar los salarios se trata. Es un tema sobre el que simplemente no quieren hablar, y es un insulto siquiera pretender que se mejoren las condiciones laborales y salariales de los mexicanos, por lo que en realidad no existe una solución real al problema. Los empresarios sólo ven sus barrigas y sus cuentas bancarias y no desean ser perturbados en esa labor de Sísifo.

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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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