Huele a cartucho quemado II

Estimado Jesús Olague:

No piense usted que me olvidé de su respuesta a tan penoso post. Ahora veo que retoma el tema, y aunque algunas de las observaciones que hice entonces se cumplieron, al parecer usted opta por apostar a un risorgimento de las huestes de AMLO.

Según mi obtusa -y jodida- manera de ver las cosas, lo que entonces aventuré ha salido más que cierto: Juanito no sólo se doblegó ante Marcelo, sino que el Peje necesitó del enroque para volver a subirse al entarimado, lo que deja al descubierto la debilidad de su movimiento, que ya no cuenta con el PRD como bastión, y se ha diluido en un juego de fuerzas donde las decisiones que toma se triangulan cansinamente.

Le reconozco a AMLO la capacidad que tiene de jugar en las bandas. Y si volvió a quedar Brugada fue por decisión de Marcelo, que a últimas fechas veo guarda su distancia respecto a AMLO, y si persiste este movimiento, el Peje tendrá que conformarse con los lobotomizados que aún le creen que es el presidente legítimo de México, que vienen siendo minoría disminuida a cada día que pasa.


Juanito quemó el cartucho, y se le cebó el intento de golpe de estado que pensaba llevar a cabo en su delegación: quiso hacerlo cuando ya no tenía aliados ni adentro ni afuera, y fue el chivito expiatorio del sistema, que está desbandando poco a poco el gabinete y aliados amloístas.




Lo de Brugada tendrá mal fin: se dejó ver la simpatía del pueblo que ya coquetea con otros partidos -el PAN incluso- y Marcelo necesita aliados más que nunca: tiene en la tangente atacando a AMLO y de frente al PAN que, si logra siquiera con votos de castigo llevarse esa delegación en el futuro a mediano plazo, le llenará de piedritas el buche dándole un revés en cadena nacional.


En fin: la política me gusta sólo de lejecitos y como decía aquel viejito que aparece en las películas de Pedro Infante y Luis Aguilar donde la hacen de agentes de tránsito:


-Le sirvo uno...?
Respondió el viejito:
-No, yo nomás vengo a ver cómo traga éste...


Ni Marcelo ni AMLO ni la Brugada -y Juanito lo comprendió estúpidamente tarde- alcanzan a ver que el pueblo es caprichoso, y cuando percibe el poder que tiene en las manos, puede levantar la guillotina enmedio del pueblo y no habrá nadie que los detenga. El poder de la democracia está en el subconciente más enterrado de la masa, que Juanito alcanzó a vislumbrar cuando ya no le servía para nada, y los otros tres -Marcelo y su carnal AMLO y la prima Brugada- 'se echan en el seno' semejante animalejo sin saber que una viborita como esa le partió el queso a Cleopatra, ni más ni menos.


Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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