La sangre es necesaria

Vivimos en un mundo donde la informació mediática suprime satisfactoria y evidentemente hasta las más innegables realidades, donde el culto a la imagen y la animación ha sustituído a la abstracción ordenada que antaño llamábamos 'Lógica'.

De los medios se valen gobiernos, empresas, individuos, organizaciones, instituciones, comunidades y grupos. En mayor o menor medida termina vendiéndose una visión del statu quo ideal, mismo que puede ser refutado por los contrarios, los adversarios empecinados en demostrar y vender al mejor precio su propia visión de los hechos.

La más reciente iniciativa, propiciada y auspiciada por 'un grupo de ciudadanos comunes' y que hace eco en sinfín de blogs, cartelones, comentarios, espacios abiertos en periódicos y noticieros, tiene como finalidad vender la idea de que el derramamiento de sangre y la pérdida de vidas humanas a punta de balazos es culpa directa del gobierno en turno, esto es, del presidente panista y su gabinete.

Y cualquiera en su sano juicio puede ver que esto es cierto sólo a medias, lo que también equivale a decir que es cierto 'de mentiritas'.

La cantidad de muertes acaecidas por los enfrentamientos contra el narco, obedecen al estadio natural de quien busca limpiar y erradicar dicho mal en nuestro país. Que ha hecho estragos hasta en los más altos estratos de nuestra sociedad y poderes gubernamentales, como el cáncer que verdaderamente es, y que jamás hasta años recientes nadie se molestó en atacar, contrarrestar o curar.

Como cáncer, es necesario un plan de acción que eche mano no sólo de razzias callejeras, sino que se enfrente íntegramente al narcotráfico haciendo uso de toda la tecnología, poder económico, logística y capital humano que ellos, los narcotraficantes han manejado tan bien, y que el gobierno se empeña en dilapidar sin beneficio propio y en cambio sí en beneficio ajeno. Porque sacar al ejército a las calles sólo tendrá un efecto positivo en la medida que esta medida se acompañe del aparato logístico necesario: ataque contra las finanzas, los recursos electrónicos y cibernéticos, la infraestructura disfrazada de economía y comercio formal.

Mientras tanto, gritar que ya basta de sangre es lo mismo que tratar de pretender escudarse con el aliento del solo grito, quienes disparan y matan son ellos, y nunca depondrán las armas.

Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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