México sin voz, o 'Varias noches de debut, y despedida'

Varios noticieros amarillistas dieron la noticia, y como era de esperar, la niña mimada de Telerrisa, con su Teleletón y demás, puede hacer lo que se le venga en gana, incluso seguir teniendo a su lado al pelmazo de Mijares cuando se le da le antoja, mientras el 'ex' nomás mira de ladito y se agacha al primer descuido, permitiendo ver al espectador lo deteriorado que este hombre tiene el amor propio.
Lucero hasta respingó cuando escuchó a cierto concursante de este programa. Y resulta que ambos eran viejos conocidos, con una historia bien documentada.
El epílogo de esta campaña de publicidad -tal fué, y no sabemos con qué otros artilugios saldrán productores y demás aparato logístico de Telerrisa- se registró en un comentario recientemente publicado también a nivel nacional. 'Lucero no tiene ventaja sobre los demás competidores', es decir, aunque el fraude o la tranza son públicos y aceptados, el programa seguirá, timando a espectadores y burlando a expectadores.
Ninguno de los 'coaches' puede, al día de hoy, atribuirse o reclamar para sí el mote de 'Voz de México'. Y esto es risible, ya que también se supone que, desde el lugar que tienen -incluyendo al español Sanz- deben de ser los 'maestros' que guíen a sus alumnos o discípulos en el camino para convertirse en un fenómeno musical en el país. Es decir: los guiarán por un camino que ni ellos mismos han recorrido.
Las 'anécdotas profesionales', los chistes, la 'buena vibra' que intenta transmitirse en el programa se vienen al suelo cuando se obtienen números tras simples sumas y restas.
48 concursantes fueron necesarios para el arranque formal del programa. Con 12 'alumnos' a cuestas, cada uno de ellos debió lanzar al matadero a 6 alumnos, a quienes, en el mejor de los casos, tuvo bajo su cuidado 5 semanas -o 2 nada más, en el peor de los casos- en una serie de 'duelos internos' donde los concursantes más débiles serían los primeros en salir. Después de estas etapas, se supone seguirá la batalla formal, de equipo contra equipo.
Anomalías varias en el programa, como la elección de un señor todo lo buena onda que se quiera, pero incluso para Alejandro Sanz y su 'desconocimiento' del género es un exabrupto inconcebible. Concursantes 'de relleno', elegidos metódicamente para alcanzar a fraguar bien la empatía del público. Arreglos que no pueden pasar inadvertidos, dejando ver hasta qué punto la televisión sigue haciendo de las suyas con el público absorto, incapaz de pensar.
¿Realmente esta ralea piensa, siquiera remotamente, que de este programa saldrá un ídolo musical? ¿Realmente siquiera sospechan lo que el término 'Voz México' significa?
México asiste embelesado al espectáculo de algunos amateurs -y un par de 'profesionales'- del canto, quienes pretenden llegar por lo menos igual de alto que sus 'coaches'. Llamaradas de petate, se dice en mi pueblo.
Espectáculo triste, por demás, el de una parvada de ilusos que, con tal de hacerse de un puñado de minutos televisivos, fueron capaces de vender su vida pública y privada, su 'sueño', a un sistema que tiene sinfín de 'actores y artistas' en el refrigerador, sólo para que la 'televisora contraria' no le saquee la despensa, dejándola sin esos preciados recursos.
Pero antes de cerrar este miserable post, una última observación: si hablamos de 'sueños prostituídos' transmitidos en horarios estelares, quién sabe qué pesadillas pudieron haberse quedado en esas sesiones de audición y las filas interminables de 'vocecitas de México' que no fueron agraciados por los 'coaches'.
La 'Voz' que gusta a los coaches, terminará siendo sólo eso, una voz de colección, de salón, de corredor. México seguirá encontrando a sus propios ídolos, a pesar y sobre lo que propongan disqueras y televisoras. Y aunque cada día es más difícil que esto suceda, aún queda un puñado de voces que no están dispuestas a callar, ni a dejarse acallar por nadie.
El verdadero arte no se mide por índices de rating o volúmenes de venta. Y a los 4 'coaches' con sus pupilos al frente, se les olvidó este principio, tan básico.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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