"Cero y van dos" o "La vía negativa no ha pasado de moda"


Me parece que Cortázar tiene un cuento o algún capítulo en alguna novela que comienza con la palabra 'NO'. Barbarismo cortazariano donde los haya.

Pero como la memoria en este momento no me da para más -tengo que preocuparme de asuntos harto más banales como el hecho de que mi coche requiera con urgencia una buena dosis de gasolina-, no lo agregaré en la lista de rotundos 'nós' que en esta ocasión conforman 2 obras.

La primera, 'El péndulo de Foucault', donde para poder acceder a los secretos celosamente resguardados por Abulafia, hay que ingresar la respuesta a una pregunta amablemente -y también, cruelmente- elaborada: '¿Tiene usted el password?'

Después de devanarse los sesos, de recorrer todo el espectro de referencias posibles que pudieran arrojar un password impenetrable a la vez que inmediato y efectivo, en altas horas de la noche se introduce desdeñosamente una respuesta poco probable: 'NO'.

Y surge la iluminación.

Pues bien, esa es la primer obra donde el NO opera como llave, la vía negativa en pleno.

La segunda es esa película muy forzada llamada 'Exam'.

Ocho prospectos son encerrados en un cuarto, donde se les proporcionan sendas hojas de papel rotuladas 'candidato 1', 'candidato 2'... y sígase hasta llegar a 8.

Se indican algunas reglas muy sencillas para aprobar el examen, entre las que están:

-No establecer contacto con el entrevistador o supervisor, ni con el guardia de seguridad omnipresente en la entrada del recinto
-Si se daña el papel que les ha sido otorgado, serán descalificados
-Si se abandona la habitación por cualquier motivo, serán descalificados

Ahora bien, ¿cómo escribir una reseña o siquiera un comentario coherente, de una película que basa todo su argumento en una respuesta monosilábica, y negativa además? Obviando el hecho de que en este bló dejado de la mano de Dios siempre escribimos reseñas que son más bien ataques certeros a punta de spoilers, y que recomendamos ampliamente ver/leer/oír antes de escribir nada allí donde dice 'Comentarios' abajito de cada post, decir que la respuesta a la pregunta es NO aún deja margen para inquirir, con cierta desazón, cuál puede ser la pregunta a responder.

Igual que los exámenes que en la secundaria contienen 40 preguntas, y la número 40 era: CONTESTE USTED SÓLO LA PREGUNTA 10, 22 Y 39, aquí se lleva al extremo la formulación de dicho examen, expandiendo las posibilidades hasta asumir de manera coherente que no existe una pregunta. Al menos, no en el sentido tradicional, o que si dicha pregunta existe, no puede ser formulada en términos que comprendan solo una respuesta.

Lo que me llamó la atención fue una pequeña frase, escalofriante y rápida, dicha casi al descuido por el supervisor del text.

'Tienen 80 minutos para contestar la pregunta. Ochenta minutos que definirán los próximos 80 años de su vida'.

Vaya manera categórica y sofisticada de enunciar lo que dijera Zavalita en 'Conversación en La Catedral': "¿En qué momento se nos jodió el Perú?"

Un momento que define el total de una vida. Como el método calificativo empleado con tanta fruición por Borges en sus cuentos no ya insuperables, sino inigualables.

En fin, véala con tiento, y deje ir todos los cabos que se quedan sueltos. No pregunte lo que no se debe preguntar, finalmente, 80 minutos es muy poco tiempo, incluso hasta para poner en acción un filme que debería durar 80 minutos y un poco más, si nos atenemos a un intento de sincronización llevado al límite.

Este no es el caso, así que mírelo más bien como un gran homenaje al cine de argumentos psicológicos, al que le faltó tiempo para madurar lo suficiente.

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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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