Por qué el tocayo de Sherlock merece una estuata y hasta una estrella en el paseo de la fama allá en Jóligüd.

Ya sabemos que esos gringos para dobles morales y demás jaladeras, se pintan solos.

Ahora resulta que al tocayo de Sherlock lo quieren matar, o por lo menos encerrar de por vida en un centro psiquiátrico, para que lo estudien quienes son tan miopes como para no estudiar el modus vivendi gringo, que es donde está el problema. Es decir, estudian los defectos en el producto, pero la fábrica quieren seguir dejándola intacta.

El tocayo, hijo digno de su tiempo, merece no solo el aplauso, sino un club de fans con membresías y franquicias. Claro que hubo algunos pobres que resultaron dañados en 'el proceso', pero ¡vamos! siempre será menor el número de afectados que, por poner un ejemplo, la cantidad de moridos por culpa de 'rápido y furioso' que es como cogen esos gringos que ni para eso sirven -según las películas porno que he visto, que no son pocas por cierto-.

En fin, para no desviarnos mucho, aquí está la lista de razones por las que el tocayo de Sherlock es un ciudadano norteamericano ejemplar:

1. El tocayo compró armas y municiones. Por tanto, hizo cumplir la ley al adquirir todo legalmente.
2. El tocayo pagó su entrada al cine -hasta donde sé- por lo que también, como consumidor, hizo su parte.
3. Disparó a diestra y siniestra, por lo que está muy de acuerdo con la política gringa de los últimos dos siglos y medio, que primero mata, extermina y ejecuta, y luego 'virigüa'.
4. No se voló la tapa de los sesos. En esto salió más chingón que bonito. La mayor parte de asesinos espontáneos nomás oyen las sirenas y se 'paniquean'. Este no, este aguantó como los meros machos, hasta que llegaron las cámaras de televisión y demás. Hay que reconocer que para eso, se requieren rete hartos pantalones -y otro par de cosas más-.
5. Afirmó que era 'El guasón'. Y tan es así, que en la cárcel se comportó como todo un canalla, escupiendo y gritando y demás, -hay que reconocer que el papel de Guasón no a cualquiera le sale, y lo que sea de cada quien este tipo merece un 'sobresaliente' en la boleta de calificaciones-.
6. Elevó al culmen el concepto de lo que entendíamos comúnmente bajo la palabra 'fan'. Quizá desde el Snipes vs. De Niro no veíamos una devoción de ese calibre. Tenemos la ideología joligüdesca llevada desde la ficción a la realidad. Y ahora lo quieren matar al pobre, nomás por poner el práctica lo que Joligüd predica. Esas son mamadas.
7. Promovió el filme de una forma que ni Homer, en los Simpson, podría haber imaginado. Y le salió tan bien, que hasta alguno de los heridos terminó de ver en el hospital el resto de la película. Las distribuidoras mundiales deberían estar enviando abogados en cascada para sacar a este héroe de la publicidad, mercadotecnia, distribución, y crecimiento económico, no sólo del bote, sino de la miserable pobreza y del miserable empleo que andaba buscando.
8. Y para terminar pronto, deberían nombrarlo alto ejecutivo o director de la MPAA, por lo menos. El muchacho hizo su mejor esfuerzo, y sobre todo, dicho esfuerzo le salió rete bien.

Sé que puede haber alguien más, soñando y pensando en emular en estos momentos al tocayito de Sherlock. En todo caso, no hay que olvidar que así como hay MPAA también hay RIAA y demás empresas con fines de lucro que lucran con el lucro de los demás. Imagínense nada más, una balacera en algún concierto, que elevará las ventas de alguien como Justino el Castor. Sería monumental, y tendríamos a algún otro tipejo con vocación de alto ejecutivo de la RIAA, y también nominado a tener algún día su propia estuata y por qué no, su estrellita en el paseo de la fama.

Y aunque la Historia universal de la infamia sique creciendo día con día, hay que tratar de sacar a semejantes héroes de allí, y darles el lugar que se merecen. ¡Debieran ser héroes nacionales¡ Por su esfuerzo es algo que merecen, y con creces.

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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.