'Preview or purchase options are not available' o '¿A qué carajos está jugando el Colegio de México?'

Los ríos de tinta que han corrido, y seguirán corriendo, sobre los prohibitivos precios de artículos en Jstor, permanecerán hasta el día en que tal empresa colapse, bajo el peso de sus propios fondos que, a fin de cuentas, están siendo provistos -mediante préstamo, compra, o alguiler- por terceros.

Si la benemérita publicación humildemente titulada 'Historia Mexicana', al auspicio de El Colegio de México, ha entrado en la nómina de publicaciones disponibles por medio de tal servicio de indexado, también es cierto que dejando de lado precios absurdos, permanece mucho más allá de la mera estratósfera del e-commerce tan en boga.

Si usted, curioso lector, visita por pura curiosidad el sitio, y busca algo sobre Elías Trabulse con un título tan avasallador como delicioso de 'Un airado mentís a Clavijero', y se le ocurre intentar no ya consultar, sino comprar a precio de oro -tal artículo tendría el precio de 30 o 35 dólares, que es la media en que se venden los artículos que el enigmático sistema de Jstor considera los elementos más fructíferos- y tiene ya preparada su tarjeta de crédito para hacerse con el pdf correspondiente -que estará firmado y signado con su dirección ip y la hora y fecha en que fue descargado de los servidores de Jstor- entonces se llevará una desagradable sorpresa.

Su dinero, su flamante tarjeta de crédito, sus sucios dólares virtuales, no tienen valor alguno para Jstor. Usted no es U. S. Citizen, y por lo tanto, no puede disponer, ni 'visualizar' ni pagar por lo que... por derecho... es suyo.

¡Nó señor!

Esto, porque el Colegio de México ha cedido los derechos sobre esa digitalización, -sobre ese trabajo que ha sido realizado llenamente por sus investigadores, afiliados y agremiados-, al servicio de indexado que se jacta de ser el más grande del mundo.

Esto significa, finalmente, que sólo Jstor puede disponer quién usa y quién no, lo que ellos consideran que es su trabajo -escaneo, procesado, retoque, indexado y distribución-, es decir, la labor 'altruista' realizada en favor de la comunidad académica.

Pero... ¿es realmente un favor lo que hace Jstor?

Me parece, que con todo y ser una de las más prestigiosas y sólidas instituciones de investigación, educación y difusión existentes hoy día en México, El Colegio de México adolece de puntos que son su tendón de aquiles y por ello se ha visto obligado a hacer un pacto con el diablo.

Pienso en la proeza de reunir, con tan poquísimos faltantes -un índice de volumen por acá o por allá- y en tan excelente estado, todos los números de semejante publicación, requirió no sólo la consulta y el acceso a los propios fondos, sino también a una vasta y amplia red de colaboradores.

Una vez completo el fondo... ¿por qué acudir a Jstor? ¿Es tanto el afán de lucro del COLMEX, que no puede permitirse pensar un poco más en el lector nativo, el lector en casa, el estudiante e investigador mexicanos?

No conozco -y quizá nunca conoceré- las instalaciones del COLMEX. Quizá en mi vida tampoco conoceré la UNAM, o la Biblioteca Vasconcelos. Mas, si las cosas funcionan más o menos, y tomamos como indicador la tremenda labor de digitalización de la UNAM, con una revista como 'CIENCIAS', entonces es de esperar que en alguna sala de lectura en el COLMEX esté si no completa e íntegra, al menos sí la mayoría de los volúmenes y ejemplares de la revista. Con esto, se cubre y anula la demanda de mantener dichos contenidos a disposición y servicio de docentes, investigadores, y quizá del público en general.

Mas esto solo, no es suficente. ¿Qué hay de quienes no podemos franquearnos los viáticos, al amparo de una beca, préstamo o cualquier otra cosa, para hacer el viaje hasta el COLMEX y poder hojear y ojear los artículos que necesitamos para tal o cual cosa?

Signo de los tiempos, el COLMEX debió dejarse deslumbrar por el excelente servicio ofrecido por JSTOR. Un servicio de 'mírame y no me toques' o peor aún 'págame pero no te toca'.

No creo que haya menos de una veintena, en este momento, de prospectos a la mestría, o al doctorado, en el COLMEX. Con ellos bastaría para lanzarse y digitalizar por cuenta propia toda la serie de 'Historia Mexicana' en unos cuantos meses. Trabajando a razón de 1 fascículo por día por 'operador', se tendrían mínimo 5 volúmenes -de los más de 60- en un solo dia. Esto, sin procesar las imágenes, es decir, sin cambiar perfiles de color, recortar y demás.

Los materiales en bruto podrían estar disponiles, pensando en trabajo 4 días a la semana, en 3 semanas, quizá un mes. Para la edición final, supongamos otro par de meses. Con programas como Photoshop, puede automatizarse el retocado y recortado, y las imágenes -150 en promedio, por fascículo- quedarían procesadas en cuestión de minutos.

¿Then?

¿A qué carajos está jugando el COLMEX?

Si usted piensa que la pregunta es sólo un puñetazo al aire, y que en el mismísimo COLMEX podemos encontrar la respuesta, agárrese de donde pueda y vea esto:

Ellos tampoco ofrecen, en versión digital, ni siquiera previews de las portadas de la revista. Pero eso sí, se ufanan en una vanagloria bochornosa, de hallarse "presente en índices y páginas electrónicos como Redalyc y JSTOR."

¿En qué me beneficia Redalyc y Jstor, si ni siquiera allí puedo tener acceso a los artículos que estoy buscando? La suscripción impresa tiene un precio muy razonable. 300 pesos por 4 fascículos al año. Mas en el sitio, no se hace mención a la posibilidad de comprar números atrasados, y como ya lo mencioné, ni siquiera pensar en adquirir una versión digital.

El problema de jugar a la mercadotecnia con quienes hacen la mercadotecnia es que, no importa cuánto sepas, cuánto experiencia tengas y de cuántos recursos dispongas, siempre habrá alguien más grande que tú.

...Y esa es una verdad irrefutable, que ni los mismos doctorandos del COLMEX han de haber imaginado les privaría incluso a ellos de lo que por derecho es de México, al ser patrimonio de la nación: la revista 'Historia Mexicana' (por lo menos).

1594
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.