Y tú, ¿ya tienes tu IFE?


¡Ah, bellaco!

Ya sé que ud. está en la jugada, y que ya sabe que en este afán de renovar la podredumbre -y transformar la 'renovación' ñoña y huera en el segundo deporte nacional- no llevará a lado alguno, como no pudo llevar el IFE por buen camino a la malhadada turba que requería ser encauzada hace apenas un par de decenios más un cachito.

Pero en este país donde quien no maneja bien el lenguaje y no sabe defenderse de un grosero y chapucero albur es pasado por las armas -en todos los sentidos de la frase-, no puede esperarse otra cosa en las esferas más altas de la política y los negocios, con todo lo que ello implica. Las filtraciones de llamadas entre magnates de la industria y politicuchos, entre capos y gobernadores o presidentes municipales, entre meros achichincles y los subordinados de los achichincles, dejan en claro que el lenguaje vale, y que ese mismo lenguaje se resiste a ser dominado y regido por esperpentos como el DRAE. Es realmente un sub-lenguaje, regido por las mentadas de madre y todas esas palabras que antaño horrorizaran a las tan decentes familias mexicanas.

Así que hay que tener cuidado con lo que implica ese cambio de grafías, y no irse con la finta más inmediata -mera distracción para el neófito que mira las cosas 'desde abajo' y según la óptica que cierto imbécil con aires de conductor de mediocres programas televisivos, piensa que tiene el 70% de la población mexicana.

La 'Federación', lo 'Federal', tiene un aire de corrupción que no puede -ni podrá, dijo don Teofilito- quitarse de encima en los años que siguen y sigan. En Messico, un agente federal ha devenido en un 'matón a ratos libres', pagado en coca y yerba verde. ¿Cómo podría permitirse Messico, entonces, tener siquiera en el nombre del organismo que regula las elecciones, semejante adefesio de palabra, tan devaluada y a estas alturas, inservible? No, Messico no puede permitirse tales licencias, por más que el deporte nacional por excelencia nos haya llevado a estar en un nivel donde difícilmente podrá estar otro país en los años que sigan -y siguen-. Por ello, hay que buscar la solución a semejante despropósito y cambiarle el nombre parece lo más sencillo. Pero lo más sencillo es frecuentemente y en ciertos ámbitos, lo más caro y lo más costoso. Lo más sencillo fue asesinar a Colosio, y resultó lo más caro para el PRI, que perdió el país seis años después, y aunque se ha vuelto a hacer con el poder se ve que las corruptelas acabarán ahorcando a la gallina de los huevos de oro, porque no importa la gallina, sino los huevos. (¡Mis güevos, pendejos, que aquí estamos los pocos que no dejamos que nos doren la píldora y nos confundan la gimnasia con la magnesia!).

Será cuestión de 'invertir' -no, el gobierno no gasta, porque lo que tiene no le pertenece, es del pueblo (perdón, 'nación') mexicano, así que 'invertir' es la palabra más correcta y adecuada- y cambiar papelería, formatos, volantes, anuncios espectaculares, spots televisivos -lástima que el Adalberto Ramones ya no está en el aire, se le daba rete-bien eso de ventilar los precios y tarifas de la publicidad telerrisiva y ya no sabemos cuánto vale un minuto de tiempo aire en horas pico-, todo lo que sea necesario para sanear el nombre de tan prístina institución. Y no digo 'benemérita' porque es demasiado joven como para que se le llame 'puta', aunque según el DRAE sí es una hermosa 'pirujilla'. Y a las hermosas pirujillas hay que pagarles en oro, o si quiere a las pirujas no, pero a los padrotes sí. Por eso el puesto de 'Consejero' está tan bien cotizado.

Este brinco de lo 'Federal' a lo 'Nacional' debería estar haciendo estremecer a los puristas del lenguaje, a los politólogos, a los analistas financieros, a los espectadores internacionales. Pero tenemos otras necesidades urgentes y más apremiantes. Al PRI se le olvidó que en esos 12 años lo único que quizá hizo bien el PAN fue abrir los ojos de la gallina de oro, y que esa gallina ha de seguir poniendo los huevos tan anhelados y codiciados, pero ahora será más difícil que no quite el pescuezo cuando la quieran ahorcar.

A una 'Federación' puede sometérsele con reglamentos, constituciones, comunicados, enmiendas, decretos, subsidios.

A una 'Nación'... a una 'Nación' hay que tenerle miedo. Y hay quienes están tan embelezados con los huevos de oro que no ven que esa gallinita tan inofensiva está por arrancarles los güevos de un picotazo. Son los riesgos de tenerla tan cerca, y sobre todo, de querer estrujarla en el regazo para que no se escape. La gallinita ya no quiere escapar, está buscando el momento oportuno para clavar bien el pico.

Y en cuestiones de clavadas, esos animalitos emplumados siempre saben lo que hacen -con todo y albur-.

1665.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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