El Tícher y el Anticristo.


Acostumbrados a los excesos, pocas cosas tan excesivas como el último espectáculo montado por el PRD y Telerrisa.

Que los dirigentes del partido llamen 'anticristo' al Tícher poco tiene que ver con el catolicismo rancio que profesa la mayoría de mexicanos. Y apunta hacia una dirección que debiera preocuparnos a todos los mexicanos.

Si el Tícher es el Antricristo, entonces el presidente de la república es el Salvador, el Cristo, el Ungido, el Enviado para llevarnos por enésima vez a las grandes ligas y tutearnos con los países del primer mundo?

Si resultan ser ciertos los cheques que supuestamente tienen al Tícher como beneficiario, por unos cuantos millones de pesos cualquiera aguanta que le llamen anticristo, o Macario o Próculo.

Pero de esto, nada saldrá porque está hecho por quienes -ateniéndose al guion y sin desviarse una sola coma- sólo representan el papel que les corresponde, beneficiándose también de la podredumbre, censura, discrecionalidad y demás que ostentan televisoras, periódicos, radiodifusoras, portales de internet.

Aquí no vendrán los talibanes a cosernos a balazos por haber increpado contra Allah.

Aquí te saldran los federales, acribillándote, por atreverte a llamar 'pendejo' a quien ostenta la banda presidencial, por más que sea un pelele de quien todos sabemos.

Y vaya que ese Pendejo tan mencionado ha venido dándole un brillo a ese término despectivo a tal punto, que hoy ya no es causa de vergüenza el no leer, no conocer los nombres de las capitales de los estados, y no saber ni siquiera cuánto cuesta un kilo de tortilla. Hoy, México puede darse el lujo de estar orgulloso de tener al presidente más pendejo del mundo, elegido por el publo más pendejo del mundo

Excelso.

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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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