Los menores de edad y la 'mayoría de edad' legal.


No conozco la dinámica de Fernanda Familiar ni la de Carmen Aristegui. Y puntualizando, diré que sólo me llegan de vez en vez esos anuncios molestos y sempiternos del Facebook, que quieren hacerse con la idea de lo que pasa en mi cerebro, tan dañado y deteriorado en últimas fechas.

Lo que me llamó la atención fue ver un comentario en la cuenta de Fernanda Familiar en el sentido de que los hechos criminales que acabaron con la vida del niño chihuahuense fuesen capaces de cambiar de una vez por todas la visión legal de los menores infractores. Esto significa, implícita y tácitamente, disminución de la edad legal a partir de la cual un infractor puede ser procesado como adulto.

Tenemos ante nosotros el dilema de dilemas, que hará mucho humo y en el peor de los casos podrá devenir en algún ajuste -¿17 años como límite, le parece bien?- pero es poco probable que una disminución del límite legal se baje hasta topar con los 16 o los 15 años. En todo caso, con la edad actual de los perpretadores de ese crimen que, bárbaro y atroz a todos escandaliza pero nadie se permite opinar sobre el mismo, aunque se baje la edad legal hasta los 16 años saldrían más que bien librados y liberados.

El problema con estos hechos es la incapacidad del gobierno de encarrilar el rumbo, y aceptar la resonsabilidad de la parte que le toca para hallar una posible solución a este problema, sin aceptar también la gran parte de culpa que lleva a cuestas.

Un narcogobierno como el vivido en México sólo puede aceptar medidas drásticas en cuanto que dichas medidas redunden económica y socialmente en un beneficio, no para el pueblo que gobierna, sino para la élite que se hace con el poder y tiene cuentas en dólares y euros en bancos extranjeros. Si quiere una confirmación de esto, lea detenidamente la noticia que expone a Chong diciendo que 'el país no está en llamas'.

Claro que no está en llamas. Sólo bajo el soplete que impunemente dirigen contra el pueblo mexicano el narcogobierno y las grandes empresas transnacionales que están saqueándonos el país. Pero esa ya es otra historia.

¿Bajar la edad legal para castigar a los menores que querían 'jugar a los secuestradores'? ¡Vaya ocurrencia! El secuestro, la extorsión, los levantones, son lo que más deja dinero en este país. Y como todo delito federal, generalmente cuentan con la venia del gobierno en turno, de la complicidad de policías y agentes ministeriales, y la bendición puntual de jueces, diputados y senadores.

Más bien, habría que subir la mayoría de edad hasta los 30, 33 o 35 años. Con eso, estaríamos dando no uno, sino un millón de pasos adelante, visto ya que los ninis dejaron de ser pandemia y pesadilla, para ser el común denominador de la juventud de este país que, una vez bien cocinado, dejará de estar en llamas y se irá directo a la alcantarilla, en forma de ceniza o rescoldo, lo que Vd. guste.

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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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