Serenidad y paciencia. Mucha paciencia.


Kalimán, el super-héroe mexicano por antomonasia, decía esta frase constantemente a su discípulo Solín:

"Serenidad y paciencia, Solín. Mucha paciencia."

Con esto trataba de clarificar sus ideas, hacer un alto y de alguna manera hacer que su acompañante ampliara su visión percibiendo detalles que a simple vista no eran fácilmente detectables, conduciendo al error o al fracaso todos sus esfuerzos.

Claro que después de pronunciar la frase se aseguraba de dar una explicación detallada, hacer un análisis o una crítica de la situación o del problema que estuviesen resolviendo, haciéndoles este método avanzar un paso hacia la resolución de cualquier enigma.

Hace tres meses en otra entrada de este blog, mencionaba los vericuetos a que se expone uno al dar de baja un dominio, cómo lo que se percibe como un mero hobby es inmediatamente categorizado como un negocio por los grandes monstruos del internet, y cómo los mercenarios se hacen con todo aquello que téoricamente puede traducirse en ganancias contantes y sonantes, aún cuando los involucrados no lo perciban y ni siquiera lo imaginen.

El Qvodago debió mudarse a Quodago hace poco, precisamente por haber 1&1 intentado sacar provecho de las estadísticas que, bien analizadas, debieron haberles dicho que esa permanencia era sólo un capricho del autor del blog, y no una confirmación de lealtades y mucho menos de publicidad o promoción.

Como sea, hoy volví a revisar nuevamente la disponibilidad del dominio, y veo que ha quedado liberado para su venta. Así que aproveché y he retornado al Qvodago, quien sin duda ha resultado también beneficiado de esa manita de gato que le dí cuando era Quodago. Redirecioné este último al dominio actual, y esperemos que el gusto nos dure por lo menos otro año.

Así que haciendo honor a aquella cita francesa que ya no sabemos si viene de Il Gattopardo o de algún otro lugar, ha resultado cierto nuevamente aquello de que:

"Plus ça change, plus c'est la même chose."

1701
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

Comentarios