Efecto Mandela I: 'Y conocía la "o" por lo redondo'.


De vez en vez mi hija me pregunta detalles, sucesos, costumbres que ella no entiende. Que están más allá de su vivencia cotidiana y se circunscriben al área de la abstracción intelectual. Y también de vez en vez, nos damos el tiempo de tener una jornada maratónica viendo videos en Llutuve.

Supongo que Vd., estimado lector, sabrá de que vá el llamado 'Efecto Mandela'. Así pues, sin preámbulos, entremos en materia [de una forma breve y concisa, para no estimular en ud. esa acción refleja llamada 'bostezo' que, según se dice, es contagiosa].

Me tocó una época de transición en todos los sentidos. Cuando comencé a estudiar la educación primaria en 1980, muchas costumbres y usos escolares iban ya de salida, y fui parte de esas generaciones que crecieron sin saber escribir cabalmente con 'letra cursiva' y lo que es peor, sin encontrarnos del todo a gusto escribiendo con 'letra de molde'.

No estudiamos ni vimos ya el Método Palmer. Los compañeros que iban un año adelante de nosotros recibieron una formación por demás diferente a la que nosotros tuvimos. Así que, aunque exteriormente nos veíamos todos como si fuésemos 'de la misma camada', realmente nos mirábamos simultáneamente con una mezcla extraña de ira/envidia/alivio.

Bien, el hecho que refiero es el siguiente: no usamos el método Palmer, lo que no quiere decir que no fuésemos obligados a realizar algunos de sus ejercicios en clase.

Recuedo claramente que el método incluía instrucciones básicas para el trazo de las letras agrupándolas según la forma. Y que incluía unas flechitas muy simpáticas indicando la dirección, pensando principalmente en facilitar la escritura para proporcionar agilidad y rapidez a los trazos.

Encontré una copia digitalizada del método en Archive.org, pero no veo las flechitas. Incluso, veo que la indicación que se desprende de la figura mostrada es que efectivamente, la letra 'o' debe trazarse escribiéndola hacia la izquierda.


Recuerdo que a nosotros se nos indicó, y las flechitas también lo remarcaban, que la letra 'o' debía escribirse hacia la derecha, siguiendo el mismo sentido que las manecillas de los relojes analógicos. Y aquél que quisiese escribir las letras 'o' hacia la izquierda era severamente castigado. Toda mi vida he escrito la letra 'o' hacia la derecha. Y me baso en aquellos años de aprendizaje. La cereza del pastel fue una página de algún estudio grafológico, donde se mencionaba explícitamente que el escribir la letra 'o' hacia la derecha es signo inequívoco de inestabilidad mental, incluso de demencia en grado clínico.

Como se verá, quién sabe si en algún sueño habré cruzado de algún universo alternativo a este, donde el común parece ser escribir la 'o' girando hacia la izquierda, y donde el método Palmer que no estudié, pero conocí bien, indica que eso es lo correcto. Cuando en aquellos años me dijo exactamente lo contrario.

Vaya como advertencia una observación doble:

Primera. Mi madre tenía el Método Palmer en casa. Y me deleité tardes y tardes con su lectura, viendo los ejercicios que jamás realizaría [y estoy seguro ya, que jamás podré realizar].
Segunda: no se crea que estoy confundiendo la gimnasia con la magnesia, recuerdo también claramente los cansinos y mecánicos ejercicios hechos sobre papel de cuadrícula para escribir en una perfecta letra de molde. Con sus flechitas y los cuadritos punteados, las letras dibujadas a medias, para completar los trazos.

Así que esto del efecto Mandela... quién sabe. Pudiera ser un lapsus memoriae y nada más. Y si es alguna otra cosa, no tengo idea de qué pueda tratarse.

1712.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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