Rahlfs. Septuaginta.

Formalmente, supe de la Traducción de los Setenta en el curso introductorio de griego que nos impartió el Padre Salvador Talamantes, entre septiembre y diciembre de 1991.

Siendo precisamente un curso preparatorio, la intención y el plan del mismo era prepararnos no tanto para leer algún versículo del Antiguo Testamento, sino para lograr discernir algún versículo de los Evangelios y quizás, de las Epístolas Paulinas.

El Padre Talamantes llegó algún día con su Nuevo Testamento en griego, y de allí fue dictándonos el Padrenuestro, que rezábamos también en griego al inicio de la clase. Nos decía que, si algún día tuviéramos la intención de adquirir nuestro propio volumen, aprovechásemos alguna vuelta a Norteamérica y allá buscásemos en alguna tienda de segunda, donde con seguridad encontraríamos un ejemplar bien cuidado a buen precio. Poco o nada sabía entonces de aquel Biblical Criticism que hizo y sigue haciendo correr tinta en volúmenes y volúmenes, los más de los cuales siguen siendo prácticamente inaccesibles aquí en México.

Aquel otoño, nuestros días transcurrieron en el salón de muros blanquísimos y en aquellos corredores que desembocaban en una capilla minimalista, en un área de lockers con ventanales abiertos que daban al patio principal y los dormitorios con altísimas ventanas que daban al patio central donde el Padre Jesús López de Lara nos hizo acomodarnos en el jardín y nos tomó una fotografía, para después reacomodarnos en los escalones a la entrada del edificio y hacer otra toma. Son las dos únicas fotografías que conservo del Curso Introductorio, y donde estábamos casi completos: creo que faltó Alejandro de la Cueva, quien salió a casa en aquella tarde que, si mal no recuerdo, era sábado.

De la Traducción de los Setenta ya nos habían hablado el Padre Carlos Torres, el Padre Antonio Landeros, y también el Padre Ezequiel Moya, en varias de las materias que cursamos en el Seminario Menor. Y todos nos advertían como amonestación: 'Más adelante, podrán leer la Biblia en griego, es algo muy necesario para sus futuros estudios de teología'.

Así que al comenzar a desgranar las declinaciones en griego, conjugaciones y demás, de alguna manera fuimos amoldando el oído y sabiendo que aquellos libros existían, aunque de facto fuesen imposibles de conseguir en Zacatecas, o sólo fuese posible adquirirlos haciendo un esfuerzo enorme y contando con una cantidad formidable de recursos, para conseguir que alguien nos trajese una copia desde Norteamérica.

El 9 de mayo de 1993 dejé el seminario, pero me prometí no echar en saco roto lo aprendido.

Cruzado ya el siglo XXI, en 2006 encontré una copia pirateada de los cedés de Chadwyck-Healey y la Patrologia Latina Database, y preso de la euforia -supe que éramos 'legión' quienes soñábamos hacernos con una copia de ese juego de cedés, y también quienes compartíamos la frustración de saber que tales contenidos existen, pero son imposibles de acceder en países Latinoamericanos- hice un grupo en Yahoo que al poco tiempo llegó a contar con un centenar de usuarios y por diversas razones, fue depurándose hasta quedar en solo medio centenar. De allí nacieron los proyectos de una biblioteca digital almacenada en Scribd, de un foro de noticias con su dominio propio [Plgo.org] y, de una manera indicta, me reencontré con la Septuaginta a la que conocía de oídas, a finales de 2010.

Supe entonces de la edición de Rahlfs que es la más accesible, además de la existencia de otras ediciones, más para el uso erudito que para el uso de estudiantes que pretendan ahondar sus conocimientos tanto en la lengua griega como en el texto bíblico. El post 'Rahlfs. Septuaginta-studien. 1904-1911.' aún está disponible con el acceso a los volúmenes que en ese entonces pude localizar.

Hace poco más de un mes que supe de una edición de la Septuaginta, que estaba a la venta por una cincuentena de dólares. Y tenía envío gratis hasta México. Así que, sacrificando el importe de un par de pizzas, pedí el volúmen y hace poco menos de una hora acaba de llegar.

Lo veo -tiene el tamaño específico de una biblia- y me reencuentro de pronto con aquellos pasillos, con aquellas clases, aquellos rostros y aquellas voces. Con lo que éramos entonces.

Y agradezco estas oportunidades, agradezco el tiempo, los compañeros y los amigos con quienes he atravesado estas procellas.

¿Es el pasado quien tarde que temprano nos alcanza, o somos nosotros quienes desde este futuro tan saturado de tecnología, conseguimos, siquiera un par de minutos, alcanzar el pasado que, increíble, yace en la visión de una portada, de un texto, o de una fotografía?

Sé que el Padre Talmantes me diría, en este momento: 'Te lo dije.' Y daría otra fumada a su cigarrillo sempiterno.

Y con gusto, con cariño, desde este presente, le contesto 'Gracias por todo'.

1772.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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